ARTE Y MÚSICA
Sobre el Arte entendiendo este en su más amplio sentido; tanto desde la estética, la praxis, la historia y todas las manifestaciones: pintura, escultura, arquitectura, música, teatro, cine, fotografía, danza y baile ..etc.

f.j.Rabadán
lunes, 6 de agosto de 2012
martes, 24 de enero de 2012
martes, 3 de enero de 2012
sábado, 24 de diciembre de 2011
LA MÚSICA ANDALUSÍ
Música andalusí. de Rabadán Bujalance, Julio. Editorial: Editorial Club Universitario /; ISBN: 978-84-9948-448-8 /; Edición: N° páginas: 160 pp.

LA UNIVERSIDAD DE ALICANTE ME HA PUBLICADO ESTE LIBRO.
REPRODUZCO ALGUNOS EXTRACTOS.
INTRODUCCIÓN
En los tratados o
estudios sobre la cultura medieval en la España hispano-musulmana desde los
siglos VII a XVI, se trata más o menos ampliamente los aspectos históricos, filosóficos, y
artísticos, pero curiosamente en cuanto a la cultura musical, se produce, en
general, un auténtico vacío o cuando más
una mínima reseña.
.
Aunque los estudios sobre esta música
están todavía en sus inicios y por lo tanto hay una gran cantidad de
interrogantes y lagunas acerca del quehacer musical. Tenemos los suficientes
datos para saber en líneas generales como era esta música, sus instrumentos,
textos, y otros aspectos más o menos extra musicales......................................................
CAPÍTULO II
Etapas:
Es fundamental conocer cuál era el estado social, político y cultural, de la España preislámica, para entender, tanto
los cambios que se van o producir así como
el desarrollo de las estructuras, económicas, socio-políticas y
culturales.
La España romana, conocida como Hispania por los
romanos, había sufrido una romanización de sus estructuras y cultura, sobre
todo en las ciudades, quedando el campo y ciertas zonas, como aldeas de montaña, menos latinizadas, y por
tanto con sus propias tradiciones, principalmente, ibero-celtas. Políticamente
la península está dividida en dos: La
Hispania Citerior y la Superior.
La irrupción de los llamados pueblos bárbaros, en el s.V, supuso la
ruptura casi drástica del sistema
económico y social del Imperio romano, y como consecuencia se
produce una época de gran inseguridad, en donde la Península Ibérica, se verá
afectada por las invasiones de diferentes pueblos de origen germánico u oriental, como los Suevos, Vándalos y Alanos, debido principalmente al empuje a su vez de otros pueblos, caso del de los Hunos.
Estas hordas en su penetración devastan y rapiñan, las provincias romanas de
Hispania, antes de asentarse y formar diferentes “reinos” (foedus) que suelen
luchar entre sí. Era el fin de la Pax romana y de nuevo la guerra asolaba la Península.
Ante el caos producido
por estos nuevos asentamientos de Suevos, Vándalos y Alanos, los visigodos o
Godos del Este, establecidos en el sur de las Galias, con estatus de foedus de
los romanos, pactan con la autoridad de Roma el restituir el poder romano en
las provincias invadidas. Con esta misión penetran en la Península, aniquilan
los reinos germanos, forzándolos a
establecerse en el Norte de África.................
De este modo la Hispania visigótico-romana se
transformó en una nueva provincia, dependiente del gobernador de
Ifriquiya y del Califato Oriental, y a la que ellos llamaban Al Ándalus. No está nada claro el origen de
este nombre, se ha dicho que era
por Vandalusia, o territorio de los
vándalos, y en este sentido Luis de
Mármol Carvajal, de origen morisco, aventurero al servicio de Felipe II,
prototipo de lo que se llamó hombre de frontera en el s.XVI, en su obra -Historia, rebelión y castigo de los Moriscos
en el reino de Granada – nos dice textualmente:
“Estos
vándalos dieron nuevo nombre a nuestra Bética, y por ellos fue después llamada
Vandalia o Vandalocia, y agora la llamamos corruptamente Andalucía. Los
escritores africanos hacen mucha mención de los vándalos, y los llaman
nindeluz, y debajo deste nombre comprenden todos los moradores de la Bética y
todo lo que poseyeron los vándalos en África, conviene a saber, la tierra que cae
desde la sierra Morena hasta el mar Mediterráneo, y las dos Mauritanias,
Tingitania y Cesariense, y parte de la Numidia y de la África propia,
especialmente lo que cae hacia nuestro mar; los cuales destruyeron a Cartago,
como lo dice el Johorí en su Loga, y Mahomete Aben Jouhor en su Geográfica. Y
aunque este nombre nindeluz se ha ido perdiendo entre los moradores de
Berbería, en España se ha conservado y conservó siempre entre los moros, y los
cristianos naturales desta provincia los llaman andaluces. No dejaré de decir
en este lugar como algunos escritores árabes llaman por oprobrio a los vándalos
nindelez, nombre derivado de delez,
que en su latinidad árabe significa cosa de poca confianza o falsa,
imputándolos de falsos; y si bien se considera, las grandísimas crueldades, la
poca fe y sobra de malicia que los vándalos usaron en Francia, en España y en
África, sin respetar cosa divina ni humana, parecerá haberles aplicado los
alárabes tan satíricos aquel nombre con alguna manera de razón, siendo poco diferente
del proprio. Pasando después los vándalos en África con Genserico su rey, so
color de socorrer a Bonifacio contra Sisulfo, los visogodos, que habían movido
las armas contra ellos, ocuparon la provincia Bética y la poseyeron hasta que
los alárabes destruyeron a España; los cuales pusieron la silla de su imperio y
seta en la ciudad de Córdoba, y la hicieron cabeza de la Bética o Vandalia”.[1]
Es posible
que así fuera, pero todo está tan tergiversado y hay hechos “falseados” que es difícil deslindar la verdad de los datos tendenciosos y parciales. El hecho de que los vándalos
fueran expulsados de la Bética, en el 415 por los visigodos, no hace muy
creíble que a esa región después de trescientos
años, se le siguiese llamando Vandalusia. Conocemos y el mismo Luis del Mármol,
lo apunta que los primeros conquistadores llamaron a esta región del Sur de España Belel
nindiluz, pero por otro lado los arábigo
andaluces parece ser que hacían derivar este nombre (Al Ándalus) de cuando la
península fue colonizada en la
Antigüedad por los Caldeos, basándose en
antiguas tradiciones recogidas por historiadores como Ibn
Adhari (Bayanal-mogreb) "Y es fama
que el primer pueblo que arribó a este país para poblarlo, fue uno llamado Andalux..... y también se dice que estos
pobladores eran magos"...
Otros
datos de Ibn al-Absir, Al Makari, Aben Zayde de Alcalá la Real y Ibn Jaldún, convienen con
la tesis de Aben Adhari, agregando que Andalos
fue hijo de Jafet, hijo de Noé.[2]
Existen otras teorías, que van desde ser una palabra Tamazigh hasta la que la
hacen derivar de origen germánico, pero parece que las tesis más plausibles hoy
en día son las llamadas tesis atlánticas,
que hacen derivar la palabra del latín
Atlanticum, tierra de los atlantes, que los
árabes conocían antes de la invasión, como Al jazirat al- Andalus, que significa isla o península atlante, por
influencia de la literatura de Platón. La pronunciación del latín al habla
árabe produjo la asimilación de la primera T a L, o bien su caída fonética, por la asimilación de la T segunda a D,
resultando alandus. La primera vez
que aparece este nombre es en el reverso una moneda fechada en el 716, cuyo
anverso aparece con el texto en latín, y se le nombra como Spania.[3]
[1] Luis
de Mármol Carvajal: Historia, rebelión y castigo de los moriscos en el reino de
Granada.
[2]
Citado por Francisco de Paula Valladar, en Apuntes para la Historia de la
Música de Granada.1915
......................................................................................................................................................................................................
Este primer Emirato dependiente
de Damasco, (711-756), estableció su capital en Sevilla, y pronto ésta se
traslado a la ciudad de Córdoba.
Las luchas entre las distintas facciones, de bereberes,
asirios y árabes fue constante, hasta la
llegada de Abderramán I, príncipe Omeya que pudo escapar al exterminio total de
su familia, a manos de los abasíes. Éste después de deambular por el Norte de
África, vio la ocasión de buscar su destino en Al Ándalus. Allí con un pequeño
grupo de guerreros fieles, derrotó al emir Yusuf y se proclama Emir en el 756. Y pronto, en el
773, rompió con el Califato de los Abasíes y fundó en Al Ándalus un Emirato independiente del de Damasco. Será el
principio de un período lleno de esplendor, aunque no lograra ni él ni sus
descendientes la unión total de todos
los territorios de la Península, ya que tuvieron que hacer frente a los estados
cristianos del Norte (reinos de León y Navarra ) y a las frecuentes
sublevaciones de muladíes, como las de Omar Ibn Hafsun, a finales del s. IX,
que por cierto supondrá uno de los primeros exilios de andaluces por todo el
Mediterráneo y Norte de África; así como
la sumisión de ciudades como Sevilla, o de las marcas como las de Badajoz, Toledo y la misma Zaragoza , vasalla
del rey de León. Las artes, la filosofía y la economía florecieron como ya
hacía mucho tiempo no se veía en España y Europa.
Esta nueva situación en principio no cambió
drásticamente el panorama de la música hispana,
cuya tradición autóctona e hispano romana, con ciertas características visigóticas, era en principio superior a la de los guerreros bereberes.
Debemos tener en cuenta que la islamización fue paulatina y en los
primeros siglos la lengua autóctona y el latín seguían siendo las lenguas más
dominantes. Prueba de ello son las
primeras emisiones de moneda, en la que el "bismilla" de rigor, aparece en latín: "In nomine Domini non deus nisi deus solo.Non
deus alius".
Habría que esperar a la total islamización de
la Península y a la progresiva instauración de emiratos estables
y ricos que apoyaran las ciencias y las artes, para que comience a
desarrollarse un arte propiamente arábigo andaluz. Etapa ésta que se da fundamentalmente dentro de la música
cortesana o culta. Copia y expresión en principio de modelos del foco cultural
del Califato de Bagdad o Medina.
Es en este período
cuando se produce la mayor afluencia de andaluces hacia el Oriente, no solo
para la peregrinación a la Meca sino,
sobre todo, con el afán de conocer esa cultura oriental...............................................................................
Y aunque en un principio no eran grandes las
diferencias entre los artistas andalusíes y los de oriente, pronto su mestizaje
y su contacto diario con las culturas mozárabes, así como las
intimas relaciones con sus vecinos los reinos cristianos, y con la cultura griega de Bizancio, ha de dar
lugar a un arte original y autóctono claramente difrenciado de lo africano o lo
oriental, el que Henri Terrase definió, como
un vestido islámico para el alma española.
A finales de siglo IX,
ya tenemos una escuela andalusí
en Córdoba impulsada por la figura del músico de origen persa Zirzyab y el afianzamiento de las formas poético-musicales
de las moaxajas, artes ya plenamente andaluzas ............................................
¿Españoles o árabes? ¿Acaso la religión es exponente y definidora de lo español? ¿No
fueron los habitantes de la España
Medieval tan españoles unos como los otros? O sería más exacto, como dice Miguel
Ángel Vázquez, refiriéndose a la literatura de los moriscos, que el mestizaje
de ambos, es decir de los elementos de los hispanos-cristianos con los de los
hispano –musulmanes es lo español:
“(..) la
noción de que la identidad española nos es una categoría estática, estable, ni
homogénea, sino que admite una definición más abierta de lo que hasta hace poco
se había aceptado sin mayor cuestionamiento”.[1]
Quizás un sentimiento anti andalusí, de lucha contra el moro, de misión mesiánica, centrada en la figura de
Santiago apóstol, apodado el Matamoros, que se había instaurado en los últimos
siglos, sentimiento prolongado por la política modernista de unidad de los Reyes Católicos así como las
guerras contra los berberiscos y turcos
en los reinados posteriores, bajo el dominio de los Has burgos, potenciado modernamente por la dictadura y el nacional catolicismo, han dejado una
impronta en el populacho español que obceca en parte la visión histórica, de
los andalusíes, que son presentados como invasores a pesar de sus ocho siglos, 24 generaciones, de vida en el
territorio hispano. Se olvida que los bereberes y árabes que penetraron en
España eran una minoría y, que aunque detentaron el poder, la gran masa
poblacional era la formada por los antiguos hispano-romanos y algunos visigodos, también a su vez mestizos. Que simplemente aniquilaron el poder de otros
invasores, el de los godos. De hecho los andaluces, se sentían ligados por
proximidad, historia común y hermanamiento con los reinos del Norte, ya que
estos en su avance, habían dejado las
poblaciones casi intactas, con los llamados
mudéjares, (muchos antiguos muladíes), y judíos. Estos a su vez se habían
cristianizado y en varias generaciones estaban de nuevo diluidos en su
mestizaje. Toda la Hispania o Al Ándalus, era ya en el siglo X, una sociedad
mestiza. Los andaluces, de tradición más
hispana se diferenciaban políticamente de los árabes, bereberes y eslavos. Ellos eran
los andaluces, el partido autóctono. En las
crónicas árabes se habla de ejércitos o
comunidades Barbar, que aunque tradicionalmente
se ha traducido por bebereber, hay los
suficientes indicios para pensar que se refiere a los antiguos visigodos,
conocidos por los romanos como bárbaros; partidarios de Witiza, que formaban el ejército
y nobleza, que ayudaron a Tarik en su conquista de la Península, los que
fueron respetados en sus propiedades y cargos, así como muchos de los
sometidos que aceptaron a los
vencedores musulmanes con la hospitalitas
goda. Sirva de ejemplo en este
sentido la historia familiar de los Banu Quti, que significa hijos de godos, partidarios de Witiza, familia que permaneció cristiana, pero de cultura árabe,
es decir eran típicamente mozárabes. Siglos después los encontramos en Granada,
convertidos en musulmanes y formando parte de la nobleza de estirpe goda o
autóctona, son ahora muladíes. Una de
sus ramas se establece de nuevo en la
ciudad de sus ancestros en Toledo, como mudéjares, hasta su expulsión en el
s.XV y su establecimiento en África. Familia que ha mantenido como otros
andalusíes, su origen español, a pesar
de las mezclas y el paso del tiempo.
En las luchas entre los reinos taifas
aparte de las prioridades territoriales, había una cuestión también
étnico familiar, veamos el caso de la Murcia del s.XI, donde en pugna con las dinastías eslavas de Almería, se hace con
el poder la poderosa familia de los Ibn
Jatab, cuyas raíces familiares
entroncan con raíces visigóticas,
por ser descendientes de Conde Teodomiro
por la línea materna y con la
aristocracia árabe de la corte de los Omeyas por parte paterna.
Los andaluces en un alto grado se habían
opuesto a los almohades, por considerarlos extranjeros y por sus ideas intolerantes, que chocaban de
lleno con el espíritu y formas de sentir y obrar de los andalusíes. La
llegada de los almohades supuso una gran
represión contra todos los que no
estuviesen a su favor, los que literalmente
fueron asesinados en ejecución pública sin piedad. El poeta andaluz Abu Ya´far ibn Sa´id, de familia noble e intelectual, de Alcalá la Real, detenido
por las fuerzas almohades, antes de su ejecución le dijo a su primo, que le
visitaba en la prisión:
“¿Se
derraman por mí esas lágrimas, que he gozado de todos los placeres de este
mundo, que me he alimentado con las pechugas de las aves, que he bebido de las
copas de cristal, que he montado en los mejores corceles, que he reposado en
los más mullidos lechos, que me he vestido con las más finas telas y brocados,
que me he alumbrado con las velas de cera pura y que he gozado de los amores de
las más bellas mujeres?”.[2]
Palabras
refinadas y exponentes de una vida
hedonista. Nada más lejos del sentir
de los bárbaros almohades, cuyas creencias religiosas hoy denominaríamos fundamentalistas.
El gran poeta
muasajero Ibn Quzman, detenta en su propio nombre su origen muladí: hijo de Guzmán, apellido godo( Hombre bueno) y qué decir
de Ibn García, cuyo nombre es
evidentemente de origen hispano, que escribió una célebre epístola contra las etnias árabes, frente a los de origen
hispano en el sigloXI, o el poeta de la época Taifa Mohamed Carloman. La lista
sería interminable y difícil de rastrear en muchos casos por la costumbre en
los primeros tiempos de cambiar sus genealogías hispano-romanas por las de tipo árabe. Caso de la familia noble
aragonesa, los Fortun, quienes cuando Tarik sometió a Zaragoza se convirtieron
al Islam y fundaron la gen de los Banu Qasi.
En definitiva
los muladíes eran, en mucho, más
numerosos que los de sangre árabe, que solía ser la clase dirigente, sobre todo en los
primeros tiempos. Tengamos en cuenta que la genealogía se realizaba siempre por la línea masculina,
pero la mayoría de los árabes, casaron y
tuvieron hijos con íberas, con el consecuente mestizaje, y como se ha apuntado ya en el siglo X, no existían diferencias
claras entre ellos. Los mismos mozárabes, no se diferenciaban de los muladíes, nada más que por su religión, con los que
solían estar muchos de ellos emparentados. Utilizaban el árabe, vestían como árabes y
poseían nombres arabizados, sirva de
ejemplo por su categoría socio-religiosa, el obispo Rabí ben Zayd o Abd
al-Malik, obispo mozárabe también, a
quién está dedicado el libro cristiano Qanun
(Cánones), escrito en árabe, como muchos Evangelios y otros libros
eclesiásticos mozárabes .
Incluso
la clase de claro origen árabe como
muchos emires y califas estaban ya muy mezclados, así conocemos que los califas cordobeses eran rubios y con ojos
azules, a causa de sus mestizajes con cristianas del norte de España. Veamos este
esclarecedor texto de Ibn Hamz:
“Tocante a los Califas
todos de los Banu Marwan (¡Dios los haya perdonado!), y en particular a los
hijos de al-Nasir (Abd al-Rahman III), se inclinaban a preferir el color rubio,
sin que ninguno discrepara, porque a todos ellos, desde el reinado de al-Nasir
hasta hoy, o los hemos visto o hemos conocido a quien los vio. Ellos mismos,
además, eran todos rubios, por herencia de sus madres, y este color vino a ser
en ellos congénito, quitado Sulayman al-Zafir (¡Dios lo haya perdonado!), pues
yo lo vi y tenía negras la cabellera y la barba. Pero de al-Nasir y de al-Hakam
al-Mustansir (¡Dios lo haya perdonado!) me contaron el visir mi padre y otras
personas, que eran rubios y de ojos azules. Lo mismo, Hisam al-Mu´ayyad, Mamad
al-Mahdi y Abd al-Rahman al-Murtada (¡Dios se apiade de ellos!), pues yo los
contemplé y visité muchas veces, y vi que eran rubios y de ojos azules.Y lo
mismo sus hijos, sus hermanos y todos sus allegados”. [3]
Es conocido por
ejemplo que el hijo de Hissem II, Abd er
-Rahman era apodado el Sanchuelo por ser su madre, Abda, hija
de Sancho Garcés II, rey de Navarra.
En la parte de los cristianos también abundan
los matrimonios con mujeres andalusíes como la famosa Zayda (1063-1101),
hija o nuera no está claro, de Al
mu´tamid de Sevilla, mujer de Alfonso
VI.
Pero es evidente que
la sangre por sí sola no es exponente de una cultura, pero también es cierto,
que este trasiego de culturas tan afines y vecinales, no podían por menos que
influirse. Es lícito pensar que esas madres
norteñas, vascas, castellanas o
leonesas, cantarían nanas, canciones y
narrarían cosas y hechos de su propia
cultura.
Para el escritor y
arabista H. Perés, piensa que este predominio de la sangre y cultura ibero
romana, a pesar de los rasgos arabizantes, es la que hace crear ese rasgo característico de lo
“español” en la cultura andalusí. De la que en parte somos herederos en alto grado los andaluces actuales, a pesar
del lastre de la historia.
La islamización de los hispanos visigodos, no
fue en absoluto traumática. Los godos en su mayoría eran arrianos, y para ellos
la figura de Jesús, era (cuando más) la de un profeta y se
tenía la noción del Islam, como una derivación del judaísmo, una rama
más de la religión monoteísta. Los esclavos y
muchas secciones de la población,
seguían siendo a su manera paganos, si acaso, profesaban un sincretismo o
adaptación de la liturgia cristiana a sus creencias ancestrales. Los cristianos
católicos, veían a su vez una serie de ventajas materiales y sociales en su
islamización, además de ser conscientes de la tolerancia y refinamiento de la
nueva cultura que se estaba forjando, los mozárabes enseguida, sin dejar sus creencias, se arabizaron, hasta el
punto de usar el idioma, filosofía y artes arabigoandaluzas. En cualquier
caso esta asimilación y rápida aceptación del Islam por los
españoles de entonces, es para muchos historiadores una incógnita. En el
fondo todas estas idas y venidas, hacía que
los españoles de entonces fuesen en cierto modo los mismos. García Gómez cita que
en un texto del s.XIII, se dice que los andaluces cantaban,
bien a la manera de los
cristianos, bien a la de los camelleros árabes.
Todo
se resumía en guerras de territorio, guerras de botín, todavía las religiones no habían entrado en un fuerte
proceso de intolerancia y hasta el final,
en las guerras, no primaba lo religioso, tanto por parte de unos como por la de los otros, aunque eso
sí se utiliza constantemente como excusa.
Los avances de los cristianos en las
marcas y fronteras, tierras de nadie, se repoblaban en gran parte con antiguos
muladíes. En un principio estas conquistas obedecían más a factores económicos que religiosos. Otras veces se producían
guerras entre ellos y acudían a
los reinos andalusíes para que le ayudaran. Los mismos cristianos estaban altamente
arabizados en su manera y formas de
vestir, cantar o componer poesía.
España por su peculiar geografía, y el hecho de
ser una península, ha dado lugar a lo
largo de su historia, a contiendas del tipo de guerras civiles, que por desgracia han marcado el devenir de esta
tierra hasta tiempos muy cercanos. Españoles contra
españoles.
En cuanto a la música, es tradición que con el Emirato independiente de Córdoba,
llega a AL-Ándalus, el músico de origen
persa ZIRYAB. Uno de los mejores músicos de su
época, conocedor de todos los estilos musicales y creador de nuevas
melodías y técnicas de canto, de quien se dice que desarrolló y mejoró el Laúd, añadiéndole una nueva cuerda (la 5ª), (en
este sentido parece que se
contradice con la personalidad de Al-Kindí que fue el primer gran
teórico de la música, maestro tanto en la teoría como en la práctica, y que añadió una quinta cuerda al laúd), con lo
que se alcanzaba la doble octava. Introdujo un nuevo
plectro (púa) hecho del cañón de la pluma de águila. Transformó
la vida cultural de la corte califal cordobesa, hasta el punto de cambiar las
modas cortesanas, en cuanto al vestido y el corte de pelo, urbanismo, etc. Creó
el primer Conservatorio de Música de Europa, donde se enseñaba música, canto e
instrumentos. Su estilo musical pasará así
de generación en generación. Junto
a él hay que destacar al músico zaragozano Ibn
Bayyah. Avempace para los cristianos.
Llegados a este punto
debemos tratar la llamada cuestión Ziryab. Hoy se duda de que fuese tal la
influencia de Ziryab, pero es un personaje mito y, como tal reúne en su persona
todos los avances espectaculares que se
realizaron en el suelo hispano, y de este modo se nos ha presentado a lo largo
de un siglo.
En este sentido es interesante de seguir las últimas investigaciones acerca del papel de Ziryab en
la creación de la nubas y el sistema musical de Al Ándalus, en el siglo X, que han permitido
esclarecer el punto de la cuestión, dando como demostrado que el papel del músico a su llegada a
Córdoba y su contribución a la tradición
musical de Andalucía, aún siendo importante, fue la de un mero transmisor y modificador,
más que el creador total del nuevo estilo musical.
Las tesis del musicólogo
Jozef Pacholczyk, expresadas en sus artículos, tales como el de “Traditional
music of Kashmir in de The World of music”, vol.XXI, nº3 y “The relationship
Between the Nawba of Morocco and the Music of Troubadours and Trouveres”. (Opus cit.vol.XXV.nº2,) en donde su estudio de la música de Kasmir,
su relación con la música en Persia
y las nubas, llega a la deducción de la
estrecha relación que existe entre una
hipotética fuente, durante el principio del reinado de los Abasíes, como común
a las de Marruecos, por lo que la supuesta creación total y única de las nubas por Ziryab, no ha lugar. :
“From Al Maqqari we know that Ziryab´s suite
was composed of a Nashid, a recitative in free rhythm (perhaps corresponding to
the present day Moroccan isshâd), followed by a chain of songs in Basit, slow speed
(perhaps corresponding to the first miân of Moroccan nawba basìt), and ending with
muharâkàts and ahzaj (names of meters), lights and fast a songs……..These characteristics
correspond to the common features of Moroccan and Kashmiri traditions and
listed earlier in points 2, 3 and 4”.[4]
Mucho más
claro y contundentes son las tesis de Christian
Poché, en su estudio del manuscrito del teórico tunecino Al-Tifashi. Para Poché
es un tanto inverosímil que Ziryab
escapado de Bagdad por una disputa de su
maestro al Mawasili. Después de una pequeña estancia en la ciudad de Túnez,
recala en España y de golpe y porrazo, crea
el gran corpus de música andalusí, como el sistema de las 24 nubas, conservatorios,
forma de vestir y de moda etc.
“Il débarque (Ziryab) en al Andalus et comme par coup
de baguette magique, façonne d´un jet des plus parfaits, l´art musical de
sa nouvelle patrie”.[5]
Musicólogos
tanto árabes como europeos, en especial españoles, lo han elevado al nivel de gran mito de la historia
de la música andalusí y universal. Conocemos
que los hechos y la carrera de Ziryab
nos ha sido transmitida por un único texto redactado en el siglo XVII , del biógrafo e historiador de Tlemecen al–Maqqarí
(1591-1632), quien en su obra concebida a modo de diccionario de 8 volúmenes,
Ziryab ocupa tan solo una docena de páginas. Son estas
las que
llamaron la atención de investigadores europeos como Pascual Gayangos,
quien hizo una primera traducción al inglés en 1840, más tarde en 1858, Dozy,
publicó el texto entero sobre la vida del músico en Leiden, bajo el título
de Analectes
sur l´histoire et la litterature des Arabes d´Espagne par al- Makkari.
Siempre basándose en la traducción de estos dos
textos y referidos a al –Maqqari, los grandes investigadores españoles
como Rafael Mitjana, Julián Ribera, Larrea Palacín, García Barriuso, etc.
Concentran en la persona de Ziryab la creación del sistema musical y de la
música de Al Ándalus y por extensión la de Occidente.
Es un tanto extraño, y revelador que un autor andaluz como Ibn ´Abd Rabbih (860-940), nacido en
Córdoba, en su obra “El collar único” (´Iqd
al Farid), de la generación posterior a Ziryab, que se supone recoge datos
e informaciones frescas de su tiempo y no enturbiadas por el paso del tiempo,
no parece dar una importancia especial a
la obra de Ziryab. Además se da la circunstancia que en el tiempo que el músico
estuvo en Ifriqiyya (Túnez), fue repudiado por su gobernador a causa de un
canto que estimó ofensivo, hecho que no aparece para nada en la obra de Maqqari. Tampoco aparece nuestro músico
en la obra de al Isfahani, quien
describe la situación de la música y músicos bajo los Abasíes; para C. Poché,
se trataría que Al Maqqarí, focalizaba sobre este creador todo el peso de una
civilización musical,
“Ce
phénomène de concentration oú le heros maximalise de son prore chef toute la
charge d´une cultura musicale, est courant dans l´oralité;…ils contrubuent même
á la naissance de la pensé mythique et la consolidente”.[6]
Luego nos hace sospechar que la disputa de Ifrikyya
fue el motivo de que este se dirigiera al AL Ándalus, como nos aporta el escrito de Ibn Abd Rabbih, y que después ha sido, por parte de Al
Maqqari, transformada en la disputa de Ziryab con su maestro Al Mawsili.
Finalmente en la vasta obra sobre la
actividad musical de la enciclopedia del tunecino del siglo XIII, Ahmad al
Tifashi, nos va a legar gran cantidad de datos fidedignos sobre la actividad
musical en Andalucía.
Esta obra publicada por el historiador tunecino
Hasan Husni abd al Wahhab hacia 1959, quien mas tarde remitió al arabista
español García Gómez el capitulo X del manuscrito que le sirvió de base a éste
para su estudio publicado en París en el 1962. Una extraordinaria página de
Tifashi y una hipótesis sobre el inventor del zéjel, donde llama la
atención del papel del músico zaragozano Ibn Bayyah, en la música andalusí y en
especial sobre la invención del zéjel. Más tarde traducida completamente la
obra de Al Tifashi, la lectura del manuscrito nos permite ver que el autor está
bien informado de todos los acontecimientos musicales, del mundo árabe e incluso los de
Al Ándalus, aunque nunca estuvo allí. Para
al Tifashi, la música andalusí es fruto
de un desarrollo progresivo. Se ha formado a través de una serie de etapas, en las
cuales se pueden destacar algunos
músicos fundamentales para esta génesis. La música de al- Ándalus, sufre a
partir del s. IX, época a la que se refiere Tifashi, hasta el s. XII, una
transformación considerable. Para él se pasa de primitivas formas, tanto
cristianas del sustrato
hispano-visigodo, como califales, subsidiarias de las escuelas orientales,
hasta alcanzar un arte Andaluz autónomo, de una indudable gran calidad y
originalidad.
Para Al Tifashi el primero que realiza
innovaciones es Ziryab, pero por desgracia no sabemos exactamente cuales, si se
trata de una manera de cantar o de la introducción de un nuevo estilo de música.
Existía en todo el ámbito geográfico de música árabe la forma
llamada Sawt, que está ligada al concepto de nawba, añadiendo
que los poemas cantados en al-Ándalus provienen, en gran parte del Kitab-al Aghani del célebre al Isfahani.
La etapa siguiente según Al Tifashi, está dominada
por la figura de Ibbn Bayyah (muerto en 1139), quien es el creador del estilo
de reunir el canto (ghina) profano de los cristianos con el canto arábigo andaluz. Además anota una serie de aportaciones fundamentales
para la formación de los movimientos de la futura nuba andaluza, llamada isthlah y ´amal, esta última como un
mejoramiento y metamorfosis de la sawt.
Para Al
Tifashi, Ibn Bayyah, ha podido fundir el
repertorio cantado del Mashriq (Oriente), con estructuras visigóticas e incluso de modelos derivados del gregoriano, relación
esta última que apuntaba Salvador Daniel
en su libro "La Musique árabe ses raports
avec la musiqe grecque et le chant grègorien", en donde él encontraba estas
analogías.
Una tercera etapa es
la que se produce después de Ibn Bayyah,
en donde músicos como Ibn Jawdi e Ibn al Hammarah,
enriquecerán el repertorio con cantos nuevos, evolución que culmina con el
músico Abu al Hassan Ibn al Hassib (1200)
de Murcia, quien según Al Tifashi, toda música del al Ándalus y del Magreb,
llevará su sello.
Junto a estas tres
etapas fundamentales en la formación de
una música propia andaluza, esta también se
nutre de otro triángulo, el
formado por las escuelas de Granada, Sevilla y Córdoba, y como consecuencia de todo este contexto la importancia de Ziryab se ve hoy muy moderada. La construcción de la estructura
musical andaluza es producto así de las aportaciones
de músicos y escuelas a lo largo de al menos cuatro siglos.
Para Al Tifashi, Ibn Bayyah representa el gran
músico de al Ándalus, sobre todo por su originalidad y por la búsqueda de una fusión con el resto de músicas que
coinciden en la Península Ibérica, y que como es sabido Ibn Bayyah, es uno de
los grandes maestros del pensamiento del
mundo árabe, de gran influencia entre los cristianos, que le dan el sobrenombre
de Avempace. Como teórico de
la música ocupa un lugar discreto. Sus
escritos escasos, tratan del “ethos” musical, de la armonía, de las correspondencias con las cuerdas de laúd y
sus elementos. Por cierto que cuando Ibn Bayyah
habla del Laúd, solo habla de cuatro cuerdas, mientras que debería conocer, si es cierto que Ziryab
añadió esa quinta cuerda, y que además Al Tifashi, no se la atribuye. Pero en
cualquier caso puede tratarse de un laúd tradicional de cuatro cuerdas, con lo
que habría quizás dos modelos de laudes en al Ándalus, uno de cuatro y otro de
cinco cuerdas.
[1]
Miguel Ángel Vázquez: Poesía Morisca (como el español se convirtió en lengua
literaria del Islam). Hispanic Review. University Pensylvania Press.
2007.pg.222
[2] María
Jesús Rubiera: Literatura Hispanoárabe.Madrid.pg 111
[4] Jozef Pacholczyk Early arab suite in Spain:an
investigation of the past through the contemporary living traditions. Revista de MusicologíaVol.XVI.nº1.1993 Madrid
[5]
Christian Poché: Le Nouveau regard sur la musique d´Al-Andalus. Pgs.369
[6]
Christan Poché: Ibídem:pgs.369
El
ritmo es uno de los elementos que están perfectamente fijados y organizados en
la música andalusí. Se le conoce con el nombre de Mizan, y que aunque por
comodidad lo adaptemos a los compases de la música occidental, el concepto del
ritmo en la música andalusí, se mueve más por frases rítmicas, (Dawr), es decir por ritmos
colotónicos, a base de
acentuaciones y golpes agudos o graves. Y como hemos visto en las nubas están
perfectamente prefijados.
Estos
períodos con sus acentuaciones, son marcadas
principalmente por el Pandero (tar), en donde el golpe agudo o tek se produce en el borde exterior, y
el más grave, dom, un tercio más
adentro y un golpe central llamado bin-es-semylos.
Los ritmos del Mizan, influyen también en los ritmos melódicos, de tal forma que los valores de la melodía se corresponden en alto grado con los de las
acentuaciones rítmicas. Pueden ser ritmos libres, como el de muchas oberturas instrumentales de las
nubas y se les conocen con el nombre de Istiftah,
en Túnez o Michalyah en Marruecos.
Suponemos
que como ocurre hoy con el flamenco algunos cantos independientes se desarrollaban totalmente en ritmo libre.
La poesía árabe se conforma, como pasaba con
la de la antigua Grecia, a base de unidades métricas, que se pueden agrupar en
tres unidades básicas cuyas
combinaciones rítmicas van desde grupos métricos de tres elementos combinando largas y
breves como el metro Faoulun, una breve y dos largas; de cuatro como el ritmo Kamel hasta combinaciones de 13 o 14
elementos. Los ritmos poéticos, contribuyeron
a crear los ritmos musicales. El ritmo de la poesía es esencialmente
musical, de hecho es probable que ambos elementos estuvieran unidos, y poco a
poco se separan para formar elementos independientes. En la Biblioteca de
Berlín, encontramos uno de los manuscritos más antiguos conocido, en donde se trata ya el ritmo musical como
tal, es el manuscrito nº5530 de Abu Yusuf
Al Kindi (S.IX d.C.)
Este libro los clasifica
así:
1.- El ritmo Thakil, que podemos representarlo como 5/8, tres corcheas y una
negra.
2.-Thaquil Segundo, a modo de un compás de 6/8, tres corcheas una
negra y una corchea.
3.- El ritmo Mahuri. Compás ternario representado por
dos corcheas y una
blanca........................................................................................................................................
Las escalas o modos, llamados Maqâm,
son los sonidos sobre los que se
estructuran las melodías de la San´aa o canciones, pero a diferencia de las escalas occidentales
actuales, no poseen sonidos fijos.
Se
interrelacionan con los mizan y cada
uno de ellos engloba al ámbito tonal de una nuba.
Los
modos, son el resultado de los diferentes contactos de la expansión árabe con la música de los países
conquistados, que abarcó desde la
Península Ibérica hasta la India. Encontramos modos de tipo tetracordal emparentados con la música griega y bizantina
así como con la música Iraní. Escalas
pentatónicas por sus contactos con la música Amazigh (bereber) y de la
zona del África negra, sobre todo debido a los esclavos, de hecho había un modo
conocido en Al Ándalus y Túnez como el Rasd
de los Esclavos; y el modo Rasd Knaui,
en Marruecos, probablemente por analogía con Kanu, ciudad de Nigeria.
Tenemos
modos basados en la división de siete sonidos, de posible origen Pitagórico, y
finalmente la mezcla de alguno de ellos
dieron lugar a modos especiales.
Desde
un punto de vista práctico el
sistema más importante islámico
era la división del Laúd, del que surgirán los diferentes modos, llamados
“digitales” (asabi) que se disponían en figuras geométricas y las notas se
correspondían con el alifato.
Alif Ba Yim Dal Ha Wuau Zain.
planetas, colores, humores humanos etc., así el tetracordio do re mi fa (expresado diatónicamente
por comodidad, ya que los sonidos no son exactos), se corresponden con
Saturno, Júpiter, Marte y Sol. Los sistemas se agrupan fundamentalmente
en dos tetracordios, que dividen la escala en dos partes iguales (Sistema
diatónico griego), en donde el tetracordio superior representa los cuatro puntos cardinales y el
inferior las direcciones intermedias. Los modos aparecen unas veces con
carácter ascendente y otras de tipo descendente y la conjunción de tetracordios diferentes daba como
resultado un gran número de escalas,
las que no siempre se ajustaban a los
tres grandes bloques de la música clásica:
es decir Escuela Persa, zona de Irán, la Escuela Egipcia, zona influencia de
Egipto y la Escuela Andaluza del Al Ándalus y Norte África y más tardíamente la
Turca.
El número de divisiones
de la octava era variable, los sonidos fijos son de afinación diferente a la
actual, y es de suponer que debía de existir un patrón de afinación, como el de
otras tradiciones culturales, de la que en parte era subsidiaria esta música.
Conocemos por ejemplo el caso de China, que poseía un diapasón de 366
vibraciones (nota La), conservado por medio de una flauta de jade. Probablemente
se seguiría la tradición de seguir el círculo de quintas sopladas, de los 12
sonidos fundamentales, que alcanzarían
escalas de siete o seis sonidos,
por influencia de tradiciones de los persas y los antiguos griegos, pero esto
no está ni documentado ni probado. En cuanto a su sentido cosmogónico se
relaciona con otros sistemas más esotéricos que parecen haber influido. Uno
de los sistemas más antiguos es el Iraní, que recoge la tradición chino–hindú
del tetracordio fundamental, relacionado con
los sonidos de los modos, pueden estar bemolizados hasta alcanzar casi el microtono, producto de una
división de la octava en un número mayor de 12 sonidos, y se basan en
varios tipos de intervalos de 2ª. Así tenemos notas con un 20% de tono bajado, con un 30% y hasta
un 40%, también existen estos grados de
forma ascendente. Los tetracordios cuando se unen aparecen separados por un
tono, algunas de estas escalas, utilizan tetracordios descendentes con
alteraciones diferente a los ascendentes
(como ocurre con algunas escalas menores occidentales), produciéndose una gran variedad de escalas satélites conocidas
como Avaz (Persia), término que
designa a su vez al estilo de música sin medida rítmica (utilizada en el Irán).
La
música a pesar de la gran proliferación
de escuelas o conservatorios era de tradición oral, las composiciones, como ya
hemos apuntado, no se escribían. Solamente cuando se estudiaban como elementos
teóricos, se utilizaba el sistema alfabético como los griegos y siempre
referido a las cuerdas del laúd que servía como modelo de este estudio teórico y para filosofar acerca de la armonía del Cosmos y Microcosmos, Dios, Naturaleza y Hombre. de tan larga tradición. No está
probado pero es de suponer que se utilizó el sistema de cifras para la
ejecución del laúd y otros instrumentos de cuerda y al parecer una escritura,
como ya vimos en Tratado de Al –Farabí,
.......................................................................
El instrumento más importante es el Laúd (o barbet), acompaña
generalmente a los cantantes y es el preferido para la composición.
En el Cancionero de al-Ha´ik aparece la
siguiente cita:
“se cuenta
que Abd Allah b.Umar se presento a Ben
Ya´far, ante el cual había una esclava en cuyo regazo tenía un laúd, y, al
preguntarle -¿qué es esto, oh Abu Ya´far –contestó éste: -es una medida con la
que medimos las palabras.[1] Y más adelante nos dice: que el primero que construyó un laúd fue Lamak
ben Wa´il Qabil ben Adam y con él lloro a su hijo”.[2]
Es un instrumento que ha derivado en múltiples variantes o familias, según las
zonas, como el laúd oriental, el tunecino koueïtra,
que difieren en elementos constructivos
y en afinaciones.
En general el laúd andaluz sigue las pautas generales del de
oriente. Construido en madera muy fina de nogal o arce con una caja de resonancia piriforme, con tapa armónica plana de madera blanca como la del pino. Con dos o tres
s aberturas en forma de rosetones
calados. Su caja mide unos 40cmts y el
mástil unos 20 cm, posee trastes
llamados Satin. Tiene cinco cuerdas
dobles (´uruq) afinadas por cuartas, excepto las dos
primeras que están a distancia de
segunda: Sol2, la 2, re3, sol3, do4,
con una tesitura de una octava y una cuarta. Está quinta cuerda
tradicionalmente se le atribuye a Ziryab, pero es bien sabido que ya en la
Península Ibérica, había instrumentos cercanos al laúd que ya la poseían .Las
afinaciones han ido variando a lo largo
del s, XVI, e incluso se le añade un a 6ª cuerda en Fa 4. Parece ser que el laúd andaluz, poseía el mismo
temperamento que la guitarra española y se deduce de las consonancias que se
derivan en el laúd de la teoría de Alfarabí, que era de cuatro cuerdas,
llamadas Zir, Matnam, Matlat, y Bamm.
(Estas cuerdas poseen otros nombres en la actualidad, Husayn, Ramal, Maya y Dil,
en Marruecos).[3]
Las tres primeras cuerdas fabricadas de
tripa mientras que las restantes son de seda reforzadas por un fino hilo metálico a su
alrededor. En principio se tocaba con un
plectro de madera pero se dice que Ziryab lo sustituyo por el cañón
de una pluma de águila. El Laúd Andalusí poseía
ocho modos de digitación (asabi).
De él dice Al Farabí:
“El laúd es instrumento célebre y así hay infinitas alusiones de él
en los poetas. Uno, haciendo mención de él dice: que habla el corazón como si
tuviera lengua y expresa sus sentimientos mejor que la pluma en mano del
enamorado (…)”. [4]
La Koueïtra,
es de caja más alargada, semejante al laúd tunecino y se afina por quintas.
[1]
F.valderrama Martínez: El cancionero de Al- Ha´ik.Tetuán.1954.pg. 67
[2]F.Valderrama:
Ibídem.pg. 75
[3] Opus
citada .Tratado de Alfarabí.
[4]Al
Farabi: opus cit.. pág. 27.
..........................................................................................................
(…) y por influencia de Venus, los hispanos o
andalusíes se preocupan mucho por vestir bien y tomar buenos alimentos; por
estar limpios y purificados; por amar los placeres, el canto y crear nuevas melodías(...) Ptolomeo. Citado
por Al Maqqari.
FORMAS
L ITERARIAS
Los andaluces amaban la
poesía con gran pasión. Se consideraba
como una de las expresiones más altas del espíritu humano. La nobleza se
rodeaba de poetas y ella misma era cultivadora de la poesía.
Los andaluces aman la poesía
por ella misma, por el ritmo que hay en ella, que la hace nacer de los labios,
porque la palabra alada, es música antes de ser discurso. Se la canta, más que
se la recita. Analectes II[1]
El sistema de enseñanza en
Andalucía, propiciaba el alto grado de
perfección que alcanzó la poesía. Mientras
la norma, en todos los países islámicos
era la enseñanza a los niños, exclusivamente sobre el Corán,
y que hasta mucho más tarde no se
enseñaban ciencias, o artes, por el contrario en al Ándalus, al mismo tiempo del aprendizaje
del Corán, los maestros, les hacían aprender, a través de la prosa y la poesía,
Gramática y Caligrafía árabe. Lo que daba
como resultado que los alumnos al llegar a la adolescencia tenían un amplio bagaje de conocimientos
tanto de la Lengua, como de la poesía
árabe.
Este sistema se intento copiar en algunos
países del Magreb.[1]
[1] Ibn
Jaldún: Introducción a la Historia Universal. Biblioteca de la Cultura
andaluza. Editoriales andaluzas Unidas.Sevilla.pgs.136-137.
Al –Maqqari, en su tomo IV de su obra Nafh-al
tib, refiriéndose a las poetisas, dice:
“Que se sepa que la superioridad literaria en al-Ándalus es como
el instinto y lo poseen hasta las mujeres y los niños”
La cultura andalusí, se conformaba
en dos estratos que coincidían en parte
con lo social, uno el superior, de tipo
cortesano en donde dominaba el árabe y
otro inferior donde se daban elementos
de carácter hispánico o romance. En los
primeros años de la conquista, el componente hispánico era claramente el
dominante al menos hasta el siglo IX, época de Abderrahman II; a partir de este
siglo, se produce una cada vez mayor arabización de la cultura, de hecho a
nivel lingüístico y religioso cada vez
son más los muladíes y judíos que adoptan el árabe como vehículo de expresión
cultural a todos los niveles. Es en este momento cuando se produce el gran
impulso de la poesía y música andaluza, la que absorbiendo los modelos provenientes de Medina y Bagdad,
principalmente, supieron crear su propia y original cultura, que convivía sin
obstáculos con la cultura clásica árabe, la que también dominaban.
¿Cuál
era esa genuina creación literaria
andaluza?, La Mwasaha, en lengua
clásica, pero liberada del corsé métrico tradicional de la poesía árabe y el Zéjel,
escrito en lengua romance y en árabe dialectal andaluz. Ambas formas
interrelacionadas entre sí, se basaban en la diversidad de rimas en claro contraste
con la monorrima casida clásica.
En cuanto a su origen o invención poco nos
dicen las fuentes conocidas. Ibn Bassam de Santaren (m.1147) atribuye
su invención a Muhammad Ben Mahmud, el ciego de Cabra, personaje que es
confundido, asimilado o identificado por otros como Muqaddam
de Cabra, quien utilizando los
hemistiquios de los versos clásicos y
añadiéndole textos romances a modo de estribillos y sin desinencias
gramaticales (I´rab) conformó estas
nuevas estructuras poéticas, aunque hay indicios bibliográficos de una
invención anterior y que solo es en este momento cuando su popularidad hace que
aflore su composición y por tanto las reseñas de la época. Para otros autores
como Julián Ribera, o Hartmann, su origen está en las frases romances
a modo de estribillos. Ibn Bayya es otro de los que sabemos que pudo estar
entre los primeros en mezclar lo culto y lo popular romance.
Arrastra los flecos de tu vestido, al pasar
Y une la embriaguez, el amar
Enciende tu fuego con llama
De plata, al que el oro rodea,
Y de perlado aljofár, trama,
Dientes de hurí saborea;(…)[1]
Ibn Bayya (fragmento de moaxaja).
[1] Citado
por Mª Jesús Rubiera Mata, en Literatura
Hispanoárabe. Pg.165
.......................................................................................
Debemos
señalar a sí mismo la gran carga erótica de muchos poemas. A través de muchas
de las jarchas, la mujer andalusí, se
expresa por medio de la lengua romance,
con una total libertad sexual, que puede sorprender a los lectores actuales
acostumbrados, al papel al que ha sido relegada la mujer dentro del mundo árabe.
Veamos algunos versos ilustrativos:
Tú
no me verás sino (es) con la condición
de que juntes las ajorcas de mis pies
con
mis pendientes.
[1]
(Jarcha XLVIII,
Sola-Solé 290; Stern (1948) 29; Heger 29;
García Gómez IX).
Amiguito,
decídete,
ven a tomarme
bésame
la boca,
apriétame
los pechos;
junta
ajorca y arracada.
Mi
marido está ocupado.[1] (Rubiera Mata
44)
También,
no hay que ocultarlo, la violencia sexual aparece, en los llamados
poéticamente los amantes indelicados. En su estudio "La imagen de la mujer a través de los poetas
árabes andaluces" (siglos VIII-XV), Celia del Moral Molina se refiere a ciertos temas de poemas
como el
amante indelicado a cuyo daño físico se niega la mujer.
---------------------------------------------------
Ethos
Todos estos modos se consideraban portadores de un
ethos especial (entroncándose en este sentido con los Ragas Hindúes y los modos
aristotélicos). Igualmente se puede rastrear detrás de ellos, toda una
tradición filosófica que arranca de la filosofía indo-irania, pasa por la
Antigua Grecia, se manifiesta en las concepciones filosófico-armónicas de
Pitágoras, y más tarde en las de Tolomeo, Plotino, Boecio, etc. Ideas que juntamente con
las aristotélicas y platónicas serán recogidas por el mundo islámico, sobre
todo a través de Persia, transmitiéndose
por el norte de África hasta España. En general el pensamiento antiguo
parte de la consideración de que el
cosmos está formado por una serie de planos, que poseen la cualidad de ser
vibrantes y que la vibración acústica es la más trascendental. Esta
vibración del cosmos es la que hace que
este esté interrelacionado, y se corresponde a través de los diferentes planos,
místicos, físicos, con el microcosmos y
en definitiva con el hombre que es quién los comprende, los asume y los
reproduce a través de la música principalmente a través del canto (la voz)
pero también a través de los diferentes
instrumentos. Todo él está jerarquizado. Por medio de los ritmos y de los sentimientos el hombre se expresa
con la armonía universal. Estas emociones
regularizadas en sonidos se agrupan en escalas y ritmos.[1] Sonidos regularizados que
pronto pasaran a ser ciencia matemática.
[1]
Marius Schneider: El origen musical de los animales-símbolos en la Mitología y
la escultura antiguas.Pag.120.
........................................
Danzas y Bailes:
La Península Ibérica
siempre se ha caracterizado a lo largo del tiempo por las danzas o bailes. El acerbo, cantidad
y variedad de las danzas populares en España es
de una gran riqueza. La más antigua
representación de hombres entregados a la danza que ha aparecido en Europa está en las
pinturas rupestres de la cueva de Cogull, en la provincia de Lérida.
Estrabón en su libro III,
cap.III.nos da una descripción de danzas, que parecen recordar a danzas de
amazighs, o de culturas africanas, dice de ellos:
“Comen
sentados en asientos de fábrica labrados alrededor de las paredes, sentándose
los primeros los que son por años y dignidad....., al beber danzan al son de la
flauta, bailando en corro, saltando de abajo arriba e inclinando después el
cuerpo hasta doblarlo”.
Siguiendo con la tradición de danzas, tenemos otros
datos, sobre las bailarinas gaditanas que son ya clásicos:
Marcial, en sus Epigramas, Lib. VI;
LXXVIII, v.25-29 relata lo siguiente:
“....Modesta
es mi cena....El dueño de la casa no te leerá un grueso volumen ni muchachas
procedentes de la disoluta Gades moverán ante ti, en larga comezón de placer,
sus caderas lascivas con rebuscados estremecimientos...."
Y en el CCIII.
“Tanto
temblor en el movimiento de sus caderas, y tan acariciadoramente se manifiestan
que hasta el mismísimo Hipólito pierde la serenidad”.
Y en el LXII.nos habla sobre el canto (¿que
acompaña a la danza?)
"...el
que siempre huele a bálsamo y a cinamomo; el que canturrea tonadas del Nilo o
de Gades”.
Para Estasio
(Silvas, Lib. I ) dice.
“Eran bailes atrevidos y eróticos. Lo
acompañaban con castañuelas” (Tinnulis).
De nuevo Marcial (VI.71) narra en los
siguientes términos:
“Experta en adoptar posturas lascivas al son de
las castañuelas y en danzar los ritmos de Gades(..)[1]
Y en
XIV.203, describe a propósito de la enseñanza de las danzas y canciones
gaditanas en Roma, lo siguiente:
“ Su
cuerpo, ondulando muellemente, se presta a tan dulce estremecimiento, a tan
provocativas actitudes, que harían masturbarse al casto Hipólito”.[2]
Conocemos las danzas de
las bailarinas gaditanas de la época romana. Algunos bailes y danzas medievales que en muchos
casos el cristianismo y luego el islam
los intentó prohibir, el caso es que se supone uno de los bienes culturales más
amplios de toda Europa, lo que nos
indica el alto valor y goce por parte de
los cortesanos como del pueblo de las danzas y bailes. Tenemos
conocimiento, a su vez, por gran
cantidad de textos y representaciones, sobre las bailarinas asirias, que eran
en cierta manera las rivales de las gaditanas en la Roma Antigua. Estas procedían
a su vez de una larga tradición de danzas rituales relacionadas con diosas de la fecundación. Bailaban incluso
totalmente desnudas. Los musulmanes con sus limitaciones y tabúes religiosos
atenuaron estos bailes pero no pudieron evitar el gusto por la danza en estas
zonas del oriente, relacionados con los cantos. Es de suponer que estos bailes
entraran también con las cantoras, bailarinas, de las escuelas de Medina y
Bagdad, y se acomodasen o fundiesen con la
larga tradición de bailes de la Iberia Antigua. Los andalusíes tan amantes de
la música, lo fueron también de las bailes, muchos de estos pasarán como
veremos, más o menos modificados a los países cristianos.
[1] Citado por José maría Blázque Martínez :
Antigua: Historia de ls Civilizaciones.(Anejos de Gerión 8.Madrid 2004. Pg.61
[2]
J.M.Blázquez Martínez. Opus cit. Pg. 61.
La Música Sefardí, en el al- Ándalus.
La
comunidad judía en España era muy numerosa y en general en Al Ándalus era muy
apreciada. Como “gentes del libro” eran libres y se regían por sus
propias normas y cultura. Su importancia
en la formación de la cultura musical,
es poco conocida, solo sabemos, que eran muy estimados, como músicos y poetas. Sefarad es una palabra hebrea que hace referencia a lo que está lejos,
al otro extremo, geográficamente se refiere a Occidente, por ello la península Ibérica sería nombrada como Sefarad. Vivian
generalmente en las grandes ciudades, formando
barrios (aljamas). Algunas comunidades eran muy numerosas, como es el
caso de Málaga. Almería, Lucena, Granada, y Sevilla. Hemos de tener en cuenta
que las comunidades judías fueron
toleradas en la Hispania romana, pero la conquista de los visigodos,
supuso una época oscura y de persecución
hacia ellos, por tanto no es de extrañar
que la llegada de los nuevos
conquistadores, fuera celebrada por las comunidades judías, que se prestaron a
ayudarlos, principalmente haciendo de intérpretes. En seguida prosperaron,
ganaron dinero, en estos arrabales llenos de artesanos comerciantes y en menor
medida en los campos, como cultivadores de viñas y moreras. Fundaron sinagogas
y pudieron por fin convivir en libertad en las ciudades y campos de Andalucía,
hasta la llegada de los almohades y más tarde su final definitivo con la conquista de los Reyes Católicos del
último reino andalusí, Granada, que supuso su expulsión total.
Utilizaban el árabe en
sus escritos filosóficos, ensayos e incluso en la poesía. Han sido numerosos
los filósofos, poetas, médicos que dieron a la
cultura de la España medieval. Como Ibn Rush, Ben Gabirol, Maimónides.................................................................................................................................
TEÓRICOS
En los primeros tiempos del Islam, la
música se consideraba como una rama de la Filosofía y de las Matemáticas. En las madrasas
islámicas de España no eran ni mucho menos una excepción, la música formaba
parte de la ciencia de las Matemáticas. Ibn al-Hijari (m. 1194) nos ha legado que
“…estudiantes de todas
partes del mundo acudían para aprender las ciencias de las cuales Córdoba era
el más noble depositario…”.
En este campo los
creadores y teóricos eran los filósofos, concepto que abarcaba todos los
aspectos del saber, donde ciencia y especulación no estaban separadas. Para
ellos la división en música Mundana, música
Humana y música Instrumental, era
parecida a la de los griegos, ya que en gran parte de ellos derivaba, pero
al contrario de la mayoría de los filósofos griegos, diferenciaban claramente que la Música
Humana, y la Música Instrumental,
no era inferior a la de los Mundos, al de las armonías siderales, sino que como
correspondencia con ella, se consideraba que participaba de ese espíritu y por
tanto no era nada despreciable. La misma prohibición de la
música dentro del ámbito religioso, hacía que esta para el musulmán pertenezca totalmente al ámbito de lo profano, es un
arte para el deleite, para acompañar y expresar los sentimientos.
La Música en el mundo árabe, siguiendo
al pensamiento aristotélico, pertenece al mundo sensible, a la
percepción sensual, se ha convertido en canto (gannia). El sonido de este modo expresado en la medida, el tono y
la tímbrica, aún siendo reflejo de esa Música de las Estrellas, es el percibido
por los sentidos y gozado por el espíritu
y la razón y por lo tanto afecta o interactúa con este plano de la
percepción de ahí que se le puedan
atribuir cualidades terapéuticas.
........................................................
ANEXOS.
Man malak ´aqli rahin
رهين
عقلي ملك من
اليمين
خدة على ريث رهين عقلي ملك من 1
والياسمين والسوسان
والوزد الزهر 2
القمر لي قال خدك
داك لةاش قلت 3
الحور لي
قال شمرك على
داك لةاش قلت 4
الدرز لي قال ثعرك على
داك لةاش قلت 5
معرقين جبين حا الجبين تحن
المعوا 6
والياسمين
والسوسان ا والوزد لزهر 7
1 ¿Quién reina sobre mi
mente
He visto
en su mejilla derecha
2 flores: rosas, azucenas y jazmines
3 Y le hablé ¿qué llevas en tu mejilla? y me dijo: la Luna.
4 y le
pregunté ¿Qué tienes en tus encías? Y me dijo: perlas
5 y le
pregunté ¿qué tienes en los
párpados? Y me dijo pupilas negras.
6 ¿y bajo tu frente? En mi frente: arqueadas cejas.
7 Flores: Rosas, azucenas y jazmines.
(Traducción del autor)
Ma ajala ar rajiq (Cuán dulce es el vino)
بينالاحداق ا لرحيق
ااخلا ما 1
اشواقي وهيج العشي
هاج 2
الساقي ياايها
لبيق فكن 3
وجد
وابكالرقيب جهد المليح واسسق 4
عبد
علئ يتوب يم الكر يبر 5
Cuán dulce es el vino entre los ojos.
Se encendió el amante y se agitaron mis ardientes
deseos
Sé hábil, ¡oh! escanciador, da de beber al bello
mientras beber pueda
Enoja al murmurador
Que el señor es generoso y perdonará a su siervo.
(Traducción del
autor).
ÍNDICE.
Págs.
Introducción…………………………………………………....1
La Música Andalusí: Generalidades……………………...……6
Etapas…………………………………………………………..9
Formas musicales……………………………………………...32
Monodia y Armonía……………………………………………39
Notación Musical……………………………………………....44
Ritmo o Mizan…………………………………………………47
Modos o Maqamat……………………………………………..58
Instrumentación………………………………………………..72
Ethos…………………………………………………………..106
Danzas y Bailes……………………………………………….115
La Música Sefardí en al-Ándalus……………………………...126
Teóricos………………………………………….…………….136
Bibliografía…………………………………………………….144
Anexos…………………………………………………………151
Índice…………………………………………………………..159
Todas las ilustraciones, fotografías y dibujos
son del autor.
JULIO RABADÁN B.
Nº expediente: Ma- 1046- 10 /nº registro:
201099901530194.
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